24 horas ha tardado el obispo de Cádiz, Rafael Zornoza, en encontrar una solución para seguir atendiendo la parroquia de la Merced, en el casco histórico de Cádiz capital. Tras la marcha de los mercedarios de la caridad este lunes, el obispo ha recurrido a la parroquia más próxima, en una medida que por ahora se antoja provisional hasta el nombramiento de un nuevo párroco.

De este modo, el párroco de Santa Cruz, Rafael Fernández Aguilar, ha sido nombrado administrador parroquial de la Merced; un cargo que ostentará hasta la llegada de un nuevo párroco en la que ya trabajan en la diócesis.

Por tanto, Fernández Aguilar llevará la gestión y la atención de las parroquias de los barrios de El Pópulo y de Santa María; algo que ya en su momento fue encomendado a Balbino Reguera (en el año 2010). Ahora tendrá que reorganizar la atención, el culto y los horarios de archivos y de celebración de sacramentos en ambos templos, para compatibilizar una y otra actividad, que en el caso de Fernández Aguilar se une también a otras encomiendas como el centro Educatio Servanda e incluso la residencia de mayores de San Juan de Dios.

Este sacerdote se hará cargo también de la dirección espiritual de las tres hermandades que radican en la Merced (Sentencia, Merced y Siete Palabras), que se sumarán a las cinco que ya dirige también en Santa Cruz (Aguas, Medinaceli, Sanidad, Perdón y Santo Entierro), haciendo un total de ocho cofradías a su cargo.

Con esta decisión logra Zornoza cubrir la vacante que de manera inesperada le había surgido en una de las parroquias del casco histórico. Por el momento, lo hará responsabilizando al mismo sacerdote de dos parroquias; como con el tiempo se ha producido con San Antonio y el Rosario, en este caso con dos párrocos (Óscar González y Rubén Virués).