Difícil será defender una campaña de fomento del uso del transporte público esta Semana Santa cuando el Ayuntamiento vuelve a definir los horarios y refuerzos de los autobuses de espaldas a la realidad de la calle, a la necesidad del público (muy numeroso, por otra parte) que acude a ver las cofradías.

Según el plan anunciado por el propio Ayuntamiento, el único refuerzo horario de los autobuses se producirá en las líneas 1, 3 y 5, que tendrán la última salida a las dos de la madrugada de domingo a martes y una hora más tarde el Miércoles, Jueves y Viernes Santo. La línea 2 solo funcionará hasta la medianoche durante toda la Semana Santa, y la Línea 7 dejará de prestar servicio a las diez y media de la noche, en plena ‘prime time’ de cada jornada.

Estos horarios chocan frontalmente contra las procesiones, ya que aunque de Domingo de Ramos a Miércoles Santo sí se cubre casi la totalidad de hermandades (a excepción del Despojado, que tiene entrada pasados diez minutos de las dos de la madrugada, lo que impedirá al público regresar a sus domicilios en autobús; o el Ecce-Homo, donde los asistentes a su recogida, prevista a las dos menos veinte de la madrugada, tendrán que aligerarse para subir al último de los autobuses el Martes Santo; como tendrán que hacer el Miércoles Santo los que quieran ver la recogida de Cigarreras, prevista diez minutos antes de la última salida), no dará cobertura a las procesiones del Jueves y el Viernes Santo.

De este modo, mientras los últimos autobuses de esas líneas 1, 3 y 5 saldrán de Plaza de España a las tres de la Madrugada, habrá cofradías durante toda la Madrugada del Viernes Santo (Medinaceli se recoge a las cinco, el Nazareno a las seis y media y el Perdón a las nueve y cuarto) y también hasta bien entrada la madrugada del Sábado Santo (con Expiración entrando en la Castrense a las tres menos cuarto, Buena Muerte a las tres y media y Ecce Mater Tua a las cuatro y cuarto).

Esta falta de un plan horario de autobuses adaptado realmente a la Semana Santa conllevará los problemas tras la recogida de las procesiones que ya se han dado en años anteriores, en la coronación de la Virgen de las Penas en agosto o en la magna del mes de septiembre; con el añadido de que la capacidad del servicio de taxi a esas horas y con tantos usuarios es incapaz de absorber la demanda.

Esta situación se une, a su vez, a la ausencia de un plan alternativo de aparcamiento; cuestión que ya ocurrió el pasado Carnaval, complicando los desplazamientos de los propios gaditanos y de los visitantes que puedan venir de fuera durante estos intensos días de Semana Santa.

Sí habrá, por contra, un refuerzo en el número de autobuses que estarán en circulación, hasta llegar a utilizar la totalidad de la flota (46 vehículos) en las jornadas del Jueves y Viernes Santo. Este Domingo de Ramos habrá 21 autobuses más (36 en total), y el Lunes, Martes y Miércoles Santo habrá 16 autobuses más de los habituales en circulación (con un total de 30 cada jornada).