Provincia de Cádiz

San Fernando llora la muerte de la Yeya Ana, la abuela de Andalucía, a la edad de 110 años

Ana María González, fotografiado el pasado 31 de enero, tras soplar las velas en su 110 cumpleaños.

Ana María González, fotografiado el pasado 31 de enero, tras soplar las velas en su 110 cumpleaños. / Lourdes de Vicente

La abuela de Andalucía murió precisamente el Día de Andalucía. A última hora de este 28 de febrero Ana María González Sánchez fallecía a la edad de 110 años y un mes. Acaba así la larguísima existencia de esta mujer nacida el 31 de enero de 1914 en Medina Sidonia pero que residía en San Fernando desde que apenas tenía nueve años. Aunque no hay datos oficiales, debido a la ley de protección de datos, la Yeya Ana, como era conocida por todos, estaba considerada la persona más longeva de Andalucía y una de las de mayor edad de toda España.

Este periódico acompañó a la Yeya Ana en su último cumpleaños, celebrado el pasado 31 de enero. Aunque un poco apocada, mantenía su buen semblante y su buen aspecto de siempre, en una jornada en la que pudo soplar un año más las velas de la tarta arropada por su familia, formada por sus dos hijas (Ana y Mari Pepa), sus cinco nietos y sus diez bisnietos. Su buen estado de salud empeoró en la última semana de manera imprevista, por lo que tuvo que ser ingresada en el hospital de Viamed de Chiclana, donde ha terminado falleciendo a última hora de este miércoles día 28.

La Yeya Ana estaba considerada una heroína no sólo por la edad que llegó a alcanzar sino también porque fue una mujer que tuvo que romper varios muros, sobre todo en el mundo laboral. La muerte temprana de su padre, que era originario de Benalup-Casas Viejas, y el hecho de que fuera la mayor de cinco hermanas, la llevaron a buscar un empleo. Y se convirtió casi en una pionera al colocarse como delineante en la Fábrica de San Carlos, lo que en San Fernando se ha conocido toda la vida como la Constructora. Y tras su paso por FSC también trabajó un tiempo en la Compañía Sevillana de Electricidad.

Esta obligación de tener que centrarse en el trabajo puede que fuera la razón por la que Ana María González contrajera matrimonio más tarde de lo que en aquella época era habitual. Esa boda sería en 1940, cuando tenía 26 años de edad. Con los años, ella se convertiría en una gran bordadora y en una buena cocinera, mientras que su marido, José Manuel Silva López, pasó a ser muy conocido en San Fernando por su calidad contrastada como artesano y pintor. Tanto destacó en esta doble faceta que tras su fallecimiento en el año 2000 el Ayuntamiento isleño aprobó dedicarle una calle en la zona de Camposoto.

Buena parte de su matrimonio de 60 años Ana María González residió con su marido en un piso de la calle San Cristóbal, una vía perpendicular a la calle Real de La Isla. Pero en 2002 su hija Mari Pepa enviudó y ambas decidieron que lo mejor sería que vivieran juntas en el domicilio de ésta en la calle Las Cortes. Y hace un par de años su otra hija, Ana, también viuda, se trasladó igualmente a este domicilio para estar juntas las tres y ayudarse entre ellas.

El funeral por su alma se celebrará este jueves 29 de febrero a las 13 horas en la Iglesia Mayor de San Fernando y posteriormente será incinerada.

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