No es un problema de acentos, es que hay comparsas que sacrifican la oralidad por una emocionalidad teatralizada.

El destino manifiesto de la extrema izquierda es dividirse con tendencia al uno. Teresa casi lo consigue, son dos.

No deja de ser un símbolo de la mentira de Castro que Pablo Milanés viviera en Madrid por razones de salud.

El Gobierno andaluz mantendrá la estructura con ocho delegados en cada provincia.

Rufián, cada día más español, los ha llamado miserables, fueron a las Ramblas a ser más víctimas que las víctimas.

Juanma Moreno sostuvo en el Parlamento que Andalucía avanza hacia un "drama hídrico", y es cierto, pero ya estamos dentro.

Sobran argumentos para defender el ahorro, es fácil; quien tiene mérito es Díaz Ayuso, que le ha marcado el paso al PP y al PSOE.

Ni con Inés ni sin Inés tiene remedio la desaparición de Ciudadanos; el cambio de nombre no solventará esta muerte.