Cádiz

El crucero Norwegian Viva se deja en tierra a una pareja de ancianos estadounidenses

El Norwegian Viva, durante una de sus escalas en el puerto de Motril

El Norwegian Viva, durante una de sus escalas en el puerto de Motril / Alba Feixas (Motril)

La pareja de estadounidense Richard y Claudene Gordon no olvidarán su paso por Cádiz. Fue el último puerto visitado a bordo del crucero Norwegian Viva antes de vivir una auténtica pesadilla que acabó con la pareja de ancianos en tierra, más concretamente , en el puerto de Motril, donde pudieron ver como el crucero se marchaba delante de sus narices.

Esto vino a ocurrir unas semanas después de que ocho pasajeros de otro crucero de esta misma naviera se quedaran "tirados" en una de sus escalas en África occidental al llegar tarde a la terminal de cruceros.

El buque llegó a Motril después de una corta estancia en Gibraltar y, por último, en Cádiz, donde el pasaje del Norwegian Viva no tuvieron ningún tipo de problema, sobre todo porque el gaditano es un puerto en el que buena parte de los turistas que llegan se quedan en el casco urbano o bien salen pitando para Sevilla o se quedan en localidades más cercanas como Jerez, Arcos, Sanlúcar o Vejer.

Pero en el caso de los Gordon, residentes en Salt Lake City, en Utah, estaban a bordo del crucero de ida de 10 noches en el Norwegian Viva que partió de Lisboa, Portugal, el viernes 26 de abril.

Cuando el barco hizo escala en Motril, tras escalar en Gibraltar y luego en Cádiz, el pasado lunes 29 de abril, la pareja decidió llegarse a Granada, a 48 kilómetros, del puerto de Motril. Pero un craso error, optaron por hacerlo por libre, sin contar con una excursión organizada por la propia naviera.

De hecho uno de los inconvenientes que tienen este tipo de excursiones que se hacen por libre es eso mismo. La naviera deja bien claro que el buque sólo espera a aquellos pasajeros que bajan del buque en excursiones organizadas por ellos, de manera que los pasajeros que lleguen al buque una vez que le escalerilla de acceso al mismo esté recogida, se quedan en tierra.

El Norwegian Viva resulta especialmente espectacular por lo colorido de su casco y por la modernidad de sus instalaciones y prestaciones El Norwegian Viva resulta especialmente espectacular por lo colorido de su casco y por la modernidad de sus instalaciones y prestaciones

El Norwegian Viva resulta especialmente espectacular por lo colorido de su casco y por la modernidad de sus instalaciones y prestaciones

Esta pareja de ancianos parecía tenerlo todo calculado y cogieron un bus turístico que les acercaría desde Motril a Granada capital en unos 50 o 60 minutos. Pero el autobús turístico con los Gordon se retrasó debido a una tormenta mientras regresaba al puerto, y ahí fue cuando se dieron cuenta de que les iba a ser imposible llegar al barco a las cinco y media de la tarde que era la hora máxima de llegada a bordo, según se indica con claridad en los diario de abordo que se distribuyen entre los cruceristas.

Según relatan fuentes del entorno, parece que la pareja de Utah logró contactar con un familia que optó por no acercase con ellos a la capital granadina, ya que esta pareja navegaba con otros familiares y amigos que decidieron organizar esta ruta para celebrar el 85 cumpleaños de Richard. De inmediato, este familiar lo puso en conocimiento de la tripulación pero nada pudo impedir que el barco zarpara a su horario establecido, de manera que no esperó a esta pareja de estadounidenses.

Cierto es que los Gordon no niegan que llegaron al puerto de Motril más tarde de las seis, que era la hora previsto para el desamarre, aunque alegaron que estaban relativamente más tranquilos porque en puertos como el de Cádiz o Gibraltar el buque no había zarpado tan puntualmente.

Pero es cierto que el barco está obligado a mantener unos horarios establecidos, con la única excepción de que se trate de algún tipo de emergencia o bien de que alguna excursión organizada por la propia naviera acumule algún retraso. En ese caso, el barco sí espera, pero nunca cuando el turista o los turistas hayan optado por irse por libre. Ahí es donde el barco no se hace responsable de que si el barco tiene que salir sin ellos, sale, tal y como ha ocurrido en Motril con el Norwegian Viva.

Al parecer, los Gordon no pudieron localizar a un representante de Norwegian Cruise Line en Motril y, sin embargo, consta que la línea de cruceros hizo varios intentos de comunicarse con la pareja a los números de teléfono y la información de contacto de emergencia proporcionada, pero sin éxito. Cabe recordar que lo habitual cuando se viaja en crucero a un país no comunitario se suele poner el teléfono en modo avión para no llevarse ningún disgusto con las facturas telefónicas.

Esta historia será inolvidable para los Gordon y siempre quedará en su memoria que el último puerto que visitaron sin peligro de infarto fue el de Cádiz. A pesar de ello, todo parece indicar que les fue imposible retomar el buque en Ibiza aunque sí lo lograron en Palma de Mallorca, donde la naviera sí intentó resarcirse con los Gordon poniéndoles taxis desde el hotel hasta el barco.

Al final una experiencia más que posiblemente hará que los Gordon se queden en Utah durante un tiempo y se lo piensen dos veces antes de cogerse un barco o, al menos, si lo cogen, que no se bajen nunca sin hacerlo con una excursión concertada con la propia naviera, donde siempre tendrán garantizado que la vuelta será algo más placentera.

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