Historia

Tras las huellas de una de las obras cumbre del espiritismo en España

La biblioteca de Lisboa donde se ha localizado el ejemplar del libro.

La biblioteca de Lisboa donde se ha localizado el ejemplar del libro.

Se dice que en el siglo XIX hubo dos grandes religiones en España, el cristianismo y el espiritismo, que más que una superchería de mesas voladoras y fenómenos extraños se concebía como una filosofía del espíritu, como una forma de evolución y perfeccionamiento personal. El espiritismo no nació en España, pero tuvo en el país numerosos seguidores y no pocas publicaciones en las que se exponían sus principios éticos y filosóficos. Entre ellas se encuentra la obra 'La fe del siglo XX', del diputado, militar y escritor José Navarrete, nacido en El Puerto en 1836, y que pese a las referencias que se conocían del libro se encontraba desaparecida.    

El profesor, médico e historiador Manuel Almisas, biógrafo de Navarrete, ha estudiado el espiritismo en la ciudad de Cádiz, que en el siglo XIX contaba con un ambiente donde el liberalismo y algunas corrientes utópicas, como el socialismo, estaban muy arraigados: "Había montones de revistas espiritistas y mucha gente creía en algo que no era muy distinto al cristianismo, aunque combatían a la Iglesia como intermediaria y tampoco creían en la imagen de un Dios vengativo que castiga, sino en lo que hoy podría ser considerado un cristianismo de base".

El historiador Manuel Almisas. El historiador Manuel Almisas.

El historiador Manuel Almisas.

Surgen en esa época y en especial después de la Revolución Gloriosa, numerosas sociedades espiritistas en el país, que comienzan a editar publicaciones, libres de la censura que había ejercido previamente la Iglesia.  

José Navarrete Vela-Hidalgo (fallecido en Niza en 1901) fue un ilustrado, diputado a Cortes en 1872 y 1873, formado en la academia de Artillería de Segovia y perteneciente a una generación de militares progresistas, marcados por el estudio, que escribían, publicaban y exponían sus ideas sin abandonar su servicio, ya que entonces el Ejército era más permeable a las ideas políticas que en la actualidad. En el caso de Navarrete, fue una figura polifacética, que escribió obras poéticas, dramas y discursos, además de un excepcional orador.

Su biografía ha sido estudiada en los libros y artículos que Almisas tiene publicados sobre este ilustre portuense. No obstante, el estudio de su faceta como espiritista y divulgador de lo que él calificaba como "ciencia moral", contaba aún con algunas lagunas. Se sabía que existía entre sus obras una de singular interés, 'La fe del siglo XX', que se había editado por fascículos en la Imprenta de la Revista Médica de Cádiz entre 1868 y 1869, pero se desconocía su paradero.

Hallado en la 'Biblioteca de la Imprensa Nacional'

Fue a raíz de un congreso de investigadores espiritistas celebrado este verano en El Puerto de Santa María cuando un historiador portugués puso a Manuel Almisas sobre la pista del libro, que tras muchas indagaciones consiguió localizar en la 'Biblioteca de la Imprensa Nacional', en la ciudad de Lisboa. El libro se puede considerar uno de los más completos sobre la doctrina espiritista, ya que en el momento del auge de esta filosofía se publicaron multitud de pequeños folletos y opúsculos, de carácter casi propagandista, pero pocas obras del contenido y la profundidad del volumen de José Navarrete, que ahora sale a la luz, recuperado después de 155 años, y cuyo facsímil se puede consultar en: https://jose-navarrete-vela-hidalgo.blogspot.com/2024/02/la-fe-del-siglo-xx-cadiz-1868-1869-obra.html

Portada edicion facsímil de 'La fe del siglo XX', de José Navarrete. Portada edicion facsímil de 'La fe del siglo XX', de José Navarrete.

Portada edicion facsímil de 'La fe del siglo XX', de José Navarrete.

Según destaca Almisas la originalidad de este libro de Navarrete radica en que se publicó en Cádiz y además al margen de las distintas sociedades espiritistas que tras la Revolución Gloriosa de 1868 se constituyeron en ciudades como Madrid y Barcelona, que también editaron sus publicaciones de manera legal. Navarrete nunca perteneció a dichas sociedades, y en su libro "no cita en ningún momento a Allan Carder", máximo exponente del espiritismo francés, profesor, filósofo y escritor, considerado uno de los apóstoles de esta doctrina moral.

En su caso, explica Almisas, llegó al espiritismo "a través de la filosofía del alemán Karl F. Krause y de sus introductores en España, como el krausista Julián Sanz del Río", al que Navarrete llamaba "mi querido hermano". "A este componente filosófico indudable", observa el investigador, "se une su pasión por las matemáticas, por el cálculo infinitesimal que había estudiado en la Academia de Artillería, y un intenso y verdadero cristianismo que había recibido de su educación maternal".

Hijo de la 'Revolución Gloriosa' 

 El libro no está dedicado tampoco a ninguno de los maestros del espiritismo, sino a un compañero de armas, el 'Duque de la Torre', es decir el general Francisco Serrano Domínguez, nacido en San Fernando, "que junto a Prim y Topete se había pronunciado en Cádiz contra la monarquía de Isabel II, y que mandó las tropas de la Junta Revolucionaria que derrotaron en el puente de Alcolea (Córdoba) al ejército realista, y que fue nombrado presidente del Gobierno Provisional formado en octubre de 1868, y que, como tal, era la máxima autoridad del Estado".

"Salvando las distancias", explica Almisas, con 'La Fe del siglo XX', José Navarrete "continuaba la tradición de algunos autores clásicos que en sus obras se dirigían a sus Príncipes o gobernantes para orientarles y aconsejarles sobre las ideas rectoras que debían tener en cuenta en su práctica política".

Y así, en el libro interpela al Duque de la Torre, haciéndole ver que "sólo por el Espiritismo se deduce que la libertad, libre albedrío primero, libertad racional después, es la atmósfera necesaria de la actividad humana y la regla a que han de ajustarse todas las leyes del derecho constituido", y que solo basándose en los principios del espiritismo se podía "condenar la pena de muerte, ensalzar la personalidad humana, romper las cadenas de todas las esclavitudes y apagar el fuego de las hogueras de todos los fanatismos". 

El interior de la biblioteca de Lisboa que alberga el original de la obra. El interior de la biblioteca de Lisboa que alberga el original de la obra.

El interior de la biblioteca de Lisboa que alberga el original de la obra.

Para Manuel Almisas, el haber encontrado y editado este primer libro espiritista, que se cuenta entre las obras cumbre de dicha doctrina, "constituye una oportunidad inmejorable para los historiadores y académicos que quieran comprender cómo se convirtió en la segunda religión del Estado español en la segunda mitad del siglo XIX, teniendo como seguidores a personalidades como el escritor Víctor Hugo, o científicos de la talla del sabio astrónomo Camille Flammarion, o el biólogo y naturalista Alfred R. Wallace, entre otros. El espiritismo de esa época, de un fuerte componente cristiano, constituía una forma más de oponerse al ultracatolicismo de la Iglesia de Roma y el auge del jesuitismo y las órdenes religiosas tras la Restauración Borbónica. Su interrelación con el librepensamiento y el feminismo lo hacen muy atractivo como corriente de pensamiento de gran complejidad e interés", concluye el investigador.

    

  

    

          

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