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Dos seguros y una duda

  • Salvi y Álvaro García se quedan salvo ofertas irrechazables y Brian, con propuestas de dos equipos de Primera, plantea la opción de salir aunque el club sólo accedería por una cantidad alta

Álvaro García controla el balón durante un partido.

Álvaro García controla el balón durante un partido. / jesús marín

El fútbol es muy cambiante y más en pleno de mercado de fichajes, que poco a poco a poco empieza a enfilar la recta final, cuando los equipos aceleran para terminar de confeccionar sus respectivas plantilla. Hasta el próximo 31 puede pasar de todo pero a día de hoy se puede dar por seguro -con el casi por delante porque nunca hay nada al cien por cien- que tanto Salvi como Álvaro García se quedan en el Cádiz. Esa es la intención del club y la idea de los jugadores. Los dos extremos, el derecho y el izquierdo, fueron de los más destacados del equipo amarillo la pasada temporada en el anhelado regreso del club a Segunda División A. El rendimiento de ambos fue tan alto que equipos de Primera División pusieron sus ojos en ellos. El Getafe y algunos más se interesaron en el sanluqueño y el Deportivo de La Coruña y el Betis, entre otros, pujaron por el utrerano, una de las sensaciones de la Liga 1|2|3.

Llegaron ofertas por ambos a la entidad cadista pero ninguna con el alcance suficiente como para desprenderse de ninguno de dos puntales llamados a tener de nuevo protagonismo vestidos de amarillo y azul en la campaña que está a punto de arrancar.

Las ofertas no son atractivas para el club y además tanto Salvi como Álvaro García están encantados en el Cádiz e ilusionados con la nueva temporada y el reto de volver a brillar a nivel colectivo e individual. Quieren volver a sentirse protagonistas en un equipo en el que encajan como anillo al dedo por la forma de jugar que suele plantear Álvaro Cervera, al que le gusta colocar puñales en las bandas para sorprender al adversario.

El 7 del Cádiz marcó ocho goles en su primer curso en la categoría de plata. Se adaptó a la misma velocidad que tienen sus piernas. El par de lesiones leves que sufrió no le impidió completar una buena campaña que ha elevado su cotización. Es uno de los activos más importantes del club, que también tiene como uno de sus estandartes al jugador que llevó el número 11, uno de los máximos asistentes de gol del campeonato que además volvió loca a las defensas rivales por su rapidez endiablada. Tiene una cláusula de rescisión de 6 millones de euros a la que se remite la entidad cadista, aunque podría llegar a aceptar su traspaso por una cantidad algo más baja.

Si Salvi y Álvaro García se quedan -salvo que llegue una oferta irrechazable por alguno de los dos o por ambos-, el que no está tan claro que permanezca en la plantilla es Brian Oliván. El lateral izquierdo desplegó una notable temporada que le ha valido para que un par de equipos de Primera apuesten por su fichaje. El barcelonés ha trasladado al club su interés en jugar en la máxima categoría del fútbol español, pero las ofertas son de escaso montante económico para el Cádiz, que no está dispuesto a dejar salir al carrilero a un precio bajo después de haber desembolsado 500.000 euros al Granada para que pase a ser propiedad del club. El Cádiz no se cierra en banda a dejar marchar a Brian siempre y cuando el traspaso sea una operación rentable para el club, que ya se ha cubierto las espaldas con Lucas Bijker, una apuesta sólida en el costado zurdo de la defensa. El holandés ya hace la pretemporada con el equipo a falta de que firme su contrato.

Las opciones con Brian están abiertas durante el mes de agosto. A día de hoy pertenece al Cádiz, aunque si alguno de los equipos que pretende contar con sus servicios aumenta la oferta no sería extraño que cambiara de aires. La cuestión es que todos queden satisfechos.

El único traspaso que ha realizado el Cádiz este verano hasta la fecha es el de Aridane. El central, cedido por el Granada en su primera campaña como cadista -en Segunda División B-, pasó a la nómina del club gaditano la pasada temporada a coste cero y ahora deja en las arcas los 1,5 millones de euros abonados por Osasuna, que pueden llegar a dos millones en el caso de que el conjunto navarro ascienda en las próximas tres temporadas.

En el Cádiz consideran positivo el traspaso de Aridane al tratarse de un futbolista que en marzo de 2018 cumplirá 29 años. Con Salvi, Álvaro García y Brian sucede al contrario. Son jóvenes y, por tanto, más caros. En sanluqueño tiene 26 años, el sevillano cumple 25 en octubre y el catalán cuenta con 23.

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