La 32ª jornada de Liga comienza de la peor manera para un Cádiz CF abocado a una hazaña para mantenerse con vida. El conjunto amarillo, ubicado en zona de descenso desde el 19º episodio, no sólo tiene que hacer sus deberes sino que además depende de los marcadores de sus rivales directos en la contienda por la permanencia en Primera División.

El conjunto gaditano, inquilino de la 18ª posición con sólo 25 puntos, estaba a tres de la 17ª que ocupaba el Celta de Vigo con 28. El cuadro gallego jugó a las dos de la tarde del sábado en Balaídos contra la Unión Deportiva Las Palmas y con su contundente victoria (4-1) cruzó el umbral de los 30 para llegar a los 31.

Eso supone que el Cádiz CF salta al césped de Montilivi a las nueve de la noche del sábado a una distancia de seis puntos de la 17ª plaza, es decir, sin el más mínimo margen de error y con la obligación de ganar en un campo donde sólo han vencido el Real Madrid en 15 partidos.

El equipo entrenado por Mauricio Pellegrino está contra las cuerdas. Si no consigue el triunfo en el terreno del Girona, se colocará muy cerca del descenso a falta se seis capítulos para el desenlace del campeonato. Un empate le dejaría a cinco del 17º y una derrota, a seis. Si consigue el objetivo, seguiría a tres como antes del inicio del fin de semana.

El Celta empezó perdiendo ante el conjunto canario pero supo reaccionar hasta obra la remontada con holgura gracias a los goles de Iago Aspas (2), Swedberg y Douvikas. El cuadro celeste dio la talla cuando más se la jugaba.

El Rayo Vallecano tampoco falló y levantó un 0-1 para imponerse 2-1 a Osasuna para alcanzar los 34 puntos, nueve más que el Cádiz CF.