Cádiz

¿Qué hacer si en un crucero pierdo el barco y me quedo en tierra?

Siempre es recomendable hacer las excursiones en grupos organizados y excursiones controladas por la propia naviera

Siempre es recomendable hacer las excursiones en grupos organizados y excursiones controladas por la propia naviera / Jesús Marín (Cádiz)

Un crucero puede convertirse en algo inolvidable por muchas razones. Uno puede pasar por el puerto de Cádiz y dejar en su memoria grabado el agradable paseíto por su casco histórico o la magnífica y refrescante cerveza que se tomó a última hora en la plaza de San Juan de Dios o frente a la Catedral, por esa tapa que se tomó en un rinconcito inolvidable o, tal vez, tan sólo por haberse llevado de Payma los mejores zapatos de su vida o de Tinoco un vestido que siempre le traerá buenos recuerdos cada vez que lo vea en su armario.

Pero, por contra, estos viajes por mar pueden convertirse, al igual que puede ocurrir en un trayecto en avión (en tren es más complicado, la verdad), en una auténtica pesadilla que no sólo duplique los costes del trayecto sino que pueda conllevarle un tiempo de tratamiento con Alprazolán o Bisoprolol hasta no conseguir recuperar el ritmo cardíaco ideal.

Habría que preguntarle a los Gordon, esa pareja de ancianos que se quedó compuesta y sin crucero en el puerto de Motril a principios de esta semana, aunque es fácil pensar que les costará trabajo volver a viajar en crucero hasta que la memoria reconvierta todo de una pesadilla a un conjunto de anécdotas de las que incluso, algún día, pueda uno reírse y recordar hasta con cierto cariño, algo que realmente es fácil de poner en duda.

Un grupo de turistas llegados a Cádiz en crucero tratan de ubicarse en la ciudad mientras hacen un alto en el camino para comer algo Un grupo de turistas llegados a Cádiz en crucero tratan de ubicarse en la ciudad mientras hacen un alto en el camino para comer algo

Un grupo de turistas llegados a Cádiz en crucero tratan de ubicarse en la ciudad mientras hacen un alto en el camino para comer algo / Jesús Marín (Cádiz)

La experiencia de los Gordon

Los Gordon optaron por cogerse un bus turístico que les acercaría a la capital granadina ubicada a más o menos una hora de camino, pero las inclemencias climáticas y las caravanas le hicieron perder el crucero, un Norwegian Viva que tuvo que salir, tal y como estaba estipulado a las seis en punto de la tarde. No les valió a los Gordon llegar a las seis y pico porque les tocó ver su barco de placer desde la lejanía del cantil del puerto de Motril.

Cierto es también que el crucero, antes de zarpar, hace todo lo posible por contactar por teléfono con los pasajeros que faltan por llegar, que hacen diversos anuncios por megafonía por si se encuentran a bordo o no, pero está claro que si hay que zarpar sin ellos, se zarpa.

El susto será siempre menor si uno va con la lección aprendida y sabe lo que le puede ocurrir si opta por hacer las excursiones por su cuenta y no las que organiza la naviera. Es cierto que se convierte también en una manera de obligar a los pasajeros a acoplarse a los que ofrecen los touroperadores de abordo sin tener la libertad de hacer sus salidas por su cuenta. 

Bueno, tienen esa posibilidad pero tienen que atenerse a las consecuencias. De ahí que será mejor repasar algunas advertencias que hacen, por ejemplo, desde las web especializadas en cruceros como es aquotic.com,

1. Saber siempre la hora de regreso al barcoCuando el barco hace una escala, el personal del crucero anuncia siempre a los pasajeros a qué hora tienen que estar de vuelta a bordo. Si uno no lo escucha bien por megafonía, no sabe cuál es la hora local de donde se encuentra, o tiene cualquier tipo de duda es recomendable pregúntale a la tripulación que se encuentre en la pasarela o consultar el diario de a bordo que cada día está disponible.

2. Reservar las excursiones en el barcoEn alguna ocasión pueden ser algo más caras que si las organizas por tu cuenta, pero de esta manera uno sabe que siempre va a llegar a tiempo al embarque, incluso en caso de contratiempo inesperado el barco esperará por esos pasajeros. Además, los guías de estas excursiones conocen perfectamente el horario de salida de los barcos y siempre hacen todo lo posible por llegar a tiempo al embarque, incluso dejar de ver algo programado en la excursión si se va con retraso. Aunque si uno decide hacer su propia excursión hay que hacerla de forma inteligente, no hay que visitar lugares muy alejados del puerto, ya que, parece que no, pero las horas pasan volando y el tiempo de escala no suele ser más de media jornada.

3. Llevar siempre el pasaporte y una tarjeta de crédito encima cuando se está fuera del barcoEsta es una medida básica y muy importante, sobre todo si el crucero es fuera de nuestro país ya que, en caso de perder el barco, si uno tuviera que coger un avión el pasaporte es totalmente necesario para poder embarcar, y obviamente, la tarjeta de crédito para pagar el billete o cualquier otro transporte que se necesite, así como hoteles, comidas u otros gastos en los que uno incurra. Hay que recordar que todos estos gastos son responsabilidad del pasajero a no ser que su seguro de viaje se los cubra, algo que no suele ser habitual.

4. Llevar encima el itinerario del barco Normalmente los cruceros son de varios días y a veces, el relax de las vacaciones hace que no sepamos muy bien cuál es nuestro siguiente puerto de escala, o en qué orden iban y en qué fechas, por lo que es recomendable llevar el itinerario impreso cuando uno salga del barco, de esta manera uno sabrá dónde tiene que ir en y podrá organizarse el transporte a ese lugar. También es conveniente apuntarse el teléfono del barco para que nos ayuden o nos den el contacto de la persona con la que hablar en ese puerto.

5. Hay que tener en cuenta los imprevistosLos imprevistos suceden más de lo que uno cree: ese taxi que se queda atascado en medio de la ciudad, el autobús que no aparece, o las largas colas para pagar. Lo mejor es calcular el tiempo para estar al menos dos horas antes de la salida del barco.

6. No desesperarse, mantenerse tranquilo y buscar una rápida solución.

Por último, en caso de perder el barco no hay que desesperarse, no es el fin del mundo, hay que ir rápidamente a la terminal de cruceros y hablar con los agentes portuarios, ellos están en contacto con el personal de a bordo y con el que tiene en tierra la compañía, están acostumbrados a estas situaciones y buscarán en todo momento la mejor manera de que uno vuelva al barco lo antes posible para que continúe disfrutando de su crucero.  

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