ESTAMPAS DE LA HISTORIA DEL CAMPO DE GIBRALTAR

¿Qué quedaba de Iulia Traducta a la llegada de los árabe-bereberes en el año 711?

Las costas del Estrecho en 1567. En el centro, el peñón de Gibraltar; detrás, la bahía de Algeciras y, en último plano, la costa africana y Ceuta

Las costas del Estrecho en 1567. En el centro, el peñón de Gibraltar; detrás, la bahía de Algeciras y, en último plano, la costa africana y Ceuta / Anton van der Wyngaerde

Si damos por ciertas las noticias recogidas en las fuentes escritas, relativas a la llegada de los musulmanes a las costas del Estrecho, Ceuta, 'Iulia Traducta' y los territorios que dependían de ambos enclaves, formaban una circunscripción única que se hallaba bajo la autoridad del antiguo comes bizantino Julián (Comes Iulianus o Conde de Iulia Traducta), quizá ya sometido a la autoridad del rey de los visigodos. Pero, ¿Qué quedaba de la 'Iulia Traducta' romana y bizantina cuando Tariq ben Ziyad tomó posesión de ella en la primavera del año 711? ¿Quiénes la habitaban, en qué número y qué funciones continuaba desempeñando?

Para algunos autores, que la existencia de Algeciras es anterior a la fundación de la ciudad por los árabe-bereberes no ofrece dudas. El Dikr bilad al-Andalus en el siglo XIV se refiere a Algeciras diciendo que "es una ciudad fundada en la antigüedad por los primitivos habitantes de al-Andalus". Según al-Zuhri en el siglo XII "fue fundada por los griegos". Los Ajbar Maymu‘a del siglo XI dicen que una vez desembarcado Tarif en la costa de al-Andalus en el año 710, "se dirigió en algara contra Algeciras; hizo muchos cautivos, como ni Musà ni sus compañeros los habían visto semejantes, recogió mucho botín y regresó sano y salvo". Al-Maqqari del siglo XVII repite el mismo texto, pero añade que, según otros (cronistas), "entró Tarif abu Zur‘a con tres mil hombres y, dirigiéndose hacia Algeciras, sus habitantes huyeron de ella. Casi toda la incendiaron quemando una iglesia grande que tenían. Cogieron unos pocos prisioneros, mataron a otros y luego se volvieron". La Crónica de 1344 relata con mayor precisión la expedición de Tarif contra Iulia Traducta, aunque adornada con algunos detalles a todas luces legendarios. De nuevo vuelven a mencionarse los habitantes de Algeciras cuando, en la primavera siguiente, Tariq ben Ziyad, con un ejército de bereberes y en cuatro barcos proporcionados por el conde Julián, acometió la definitiva invasión de 'Hispania'.

Muy preciso es el texto de Ibn ‘Abd al-Hakam (s. IX), muy cercano a los acontecimientos de la invasión y conquista de Hispania, cuando se refiere al desembarco de los árabe-bereberes y a la descripción de los entornos de Iulia Traducta. Dice este cronista egipcio que "por la noche, las embarcaciones volvieron a por los que quedaban (en Ceuta) y los transportaron hasta el último. Los españoles no se habían dado cuenta; creían que los barcos iban y venían, como otras veces, por razones comerciales... Julián, al igual que los comerciantes que le acompañaban, se quedó en al-Jadra‘. Ibn ‘Idari (s. XIV) añade que había a la sazón en la falda del monte (de Gibraltar) vigías de Algecira al-Jadra‘". Al-Maqqari da por cierto que Iulia Traducta-Algeciras era una ciudad con actividad portuaria cuando fue tomada por Tariq ben Ziyad y sus bereberes. Refiere este cronista que "Tariq escribió a Musà (gobernador de la provincia del norte de África) pidiéndole tropas y poniendo en su conocimiento que había conquistado Algeciras, puerto de España, y dominado el paso del Estrecho".

Tropas árabes en la Conquista de al-Ándalus montando caballos y acémilas según al-Wasiti (Miniatura de la Biblioteca Nacional de París) Tropas árabes en la Conquista de al-Ándalus montando caballos y acémilas según al-Wasiti (Miniatura de la Biblioteca Nacional de París)

Tropas árabes en la Conquista de al-Ándalus montando caballos y acémilas según al-Wasiti (Miniatura de la Biblioteca Nacional de París)

Estos textos son muy esclarecedores, aunque es necesario asumirlos con una actitud crítica derivada de la aureola mítica con que los cronistas musulmanes adornan los relatos que se refieren a la conquista de al-Ándalus, para ellos una de las empresas más sobresalientes y decisivas de cuantas realizaron desde sus inicios en el año 622. No obstante, con las salvedades que exige un análisis riguroso de esos textos, la mayor parte de ellos tardíos e imbuidos por la visión legendaria que otorgan a la invasión de Hispania, se pueden hacer algunas puntualizaciones:

Existencia a principios del siglo VIII, en el solar de Algeciras, de un enclave portuario desde el que eran frecuentes los intercambios comerciales con la costa africana y en el que habría algún tipo de guarnición militar, puesto que de otra manera no se explicaría que Tariq ben Ziyad se viera obligado a cambiar sus planes de invasión y dirigir el desembarco hacia el abrupto litoral del peñón de Gibraltar obviando las excelentes playas situadas al oeste de la bahía del Rinconcillo, Palmones o Guadarranque. Es muy probable que, aunque el conde Julián se había inclinado del lado musulmán por su manifiesta enemistad con el rey visigodo don Rodrigo, los habitantes de su antigua posesión de Iulia Traducta siguieran siendo fieles a las autoridades de Toledo, de ahí que estuviesen atentos a un posible ataque proveniente de la otra orilla del Estrecho. Según Ibn al-Kardabus en el siglo XII, (Tariq) "encontró algunos cristianos apostados en un lugar de la costa en el que había decidido el desembarco a tierra firme, pero ellos se lo impidieron. Él, entonces, se apartó de allí durante la noche dirigiéndose hacia un lugar abrupto el peñón de Gibraltar".

La mención explícita de una iglesia ―incendiada por los hombres de Tarif en el 710― y la noticia dada por Ibn ‘Abd al-Hakam de que Julián quedó en al-Jadra‘ con los comerciantes que le acompañaban y su nombramiento como gobernador del enclave recién ocupado. Lo que demuestra que Iulia Traducta era algo más que una ciudad yerma cuando desembarcaron en el Yabal Tariq las tropas árabe-bereberes en la primavera del año 711.

Primera página del manuscrito árabe del Fath al-Andalus conservado en Rabat. Primera página del manuscrito árabe del Fath al-Andalus conservado en Rabat.

Primera página del manuscrito árabe del Fath al-Andalus conservado en Rabat.

De los expuesto hasta el momento se deduce que, a la llegada de las tropas invasoras árabe-bereberes en la primavera del 711 a la bahía de Algeciras, Carteia ya no existía y Gibraltar era tan solo un accidente geográfico, cuyo nombre desconocían (luego se llamó Jebel Tariq “montaña de Tariq”) siendo Iulia Traducta, probablemente, un pequeño enclave portuario, cuyo nombre había sido olvidado por sus propios habitantes, el único reducto poblado de todo el arco de la bahía, desde el cual, como refieren las fuentes árabes mencionadas, se mantenía una frecuente conexión marítima con la vecina Ceuta con fines comerciales.

No sabemos, por tanto, la envergadura e importancia de la población que Tariq y Julián tomaron como base de su invasión de Hispania en el año 711. Lo que sí se puede asegurar es que aquel enclave portuario fue el origen de una nueva ciudad que, con el nombre de al-Yazira al-Jadra‘, se convertiría pronto en la capital de una cora o circunscripción provincial y en el pujante puerto de enlace del emirato de Córdoba con las posesiones musulmanas del norte de África.

Después de desembarcar Tariq ben Ziyad en el peñón de Gibraltar, aprovechando la noche para hacer cruzar a las tropas sin que fueran descubiertas por los cristianos, y una vez reunidos todos los hombres, la mayor parte de ellos bereberes, se puso en marcha cruzando un puente, refiere Ibn Abd al-Hakam, (¿puente Mayorga?) antes de ocupar Carteia. Desde ese lugar se dirigió a Iulia Traducta, donde se instaló, dejando en ella a Julián y a su esclava Umm Hakim en una pequeña isla que sobresalía del mar, a poca distancia de la costa, frente a la desembocadura del río de la Miel, luego Isla Verde, según el Fath en el siglo XII. Dice esta crónica que "en la isla que hay enfrente de Algeciras, Tariq dejó parte de sus bagajes y a una esclava llamada Umm Hakim".

El hecho de que dejara a Julián como delegado suyo o gobernador de aquel enclave implica que Tariq había tomado posesión, en nombre del gobernador de Ifríqiya, de Iulia Traducta, aunque, es posible que, preocupado por consolidar su inestable situación en la costa meridional de España y ante el peligro de un probable contraataque cristiano, la abandonara pronto y marchara con el ejército hacia la zona de la Laguna de la Janda-Medina Sidonia. La fundación de 'al-Yazira al-Jadra‘' (Península Verde) quedaría postergada a la espera de que la derrota de los visigodos le permitiera consolidar la invasión. Si damos crédito a lo recogido por las fuentes árabes, al ejército musulmán que se dirigía al encuentro de Rodrigo se habían unido cristianos de la zona de 'Iulia Traducta' que estaban en la obediencia de Julián, el cual con el cargo de gobernador recibía lo que había sido suyo en el pasado y cuya propiedad, no cabe duda, habría procurado que se le reconociera en el pacto firmado con los musulmanes. El Fath al-Andalus refiere que, cuando Tariq hacía los preparativos para el desembarco en la costa norte del Estrecho "ordenó a Bulyan (Julián) que fuera con él y con su gente, pues se le había unido un numeroso grupo de voluntarios". En opinión de Lévi-Provençal, lo que Tariq hizo al ocupar Iulia Traducta fue organizar, sobre la antigua y abandonada acrópolis del enclave romano-bizantino, una base destinada a servirle de reducto defensivo en caso de retirada. El conde Julián recibiría la misión de guardar y defender, si llegaba el caso, esta base para el repliegue.

(Felús) Moneda musulmana de los siglos VII-VIII hallada en Algeciras (Felús) Moneda musulmana de los siglos VII-VIII hallada en Algeciras

(Felús) Moneda musulmana de los siglos VII-VIII hallada en Algeciras / Museo Municipal

Una vez lograda la victoria sobre el ejército visigodo, las fuerzas árabe-bereberes continuaron la marcha hacia el norte, quedando en la antigua Iulia Traducta un destacamento armado con el fin de defender aquel puerto que representaba un excelente enclave en caso de retirada. Es muy posible que Julián permaneciera al frente de esta fuerza militar, pues fue él quien recibió a Musà en la primavera del año 712 cuando éste cruzó el Estrecho con un ejército de árabes y desembarcó en el puerto algecireño. En este lugar pasó Musà ben Nusayr varios días descansando y esperando que cruzara el mar el resto de las fuerzas expedicionarias que traía consigo. Antes de la partida reunió a todas las banderas de los comandantes árabes en una asamblea que no se disolvió hasta haber señalado el trazado fundacional tahtit escogiéndolo para mezquita.

El 'Fath al-Andalus' describe el acontecimiento con bastante precisión. Dice lo siguiente: "En ese lugar se quedaron unos días para descansar y restablecer la provisión de víveres. Cuando se decidió a partir, reunió en torno suyo los estandartes de los árabes y a los principales adalides de las tropas... La reunión tuvo lugar en el emplazamiento en el que está la mezquita de Algeciras. Se cuenta que Musà ben Nusayr ―Dios tenga misericordia de él― no salió de allí ni abandonó ese lugar hasta que dio órdenes para replantear el solar y construir una mezquita". Aquella mezquita se llamó Mezquita de las Banderas en recuerdo de aquel acontecimiento. Según ‘Abd al-Wahid al-Marrakusi en el siglo XIII en sus días aún existía y era conocida con ese nombre.

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