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Cádiz

¿Gran? ¿Nevada?

  • La actividad anunciada por el Ayuntamiento en la plaza de Loreto resultó ser un pobre lanzamiento de espuma

Un cañón lanzando ayer los copos de espuma en la plaza Virgen de Loreto, que estaba muy concurrida.

Un cañón lanzando ayer los copos de espuma en la plaza Virgen de Loreto, que estaba muy concurrida. / jesús marín

El Ayuntamiento lo anunció como una gran nevada en la plaza Virgen de Loreto, dentro de los actos programados con motivo de las fiestas navideñas. Pero ni fue gran ni fue nevada.

El momento previsto para este acontecimiento era las cinco de la tarde de ayer. Pero un rato antes, ya había más de un centenar de personas en la plaza Virgen de Loreto esperando ver caer nieve en Cádiz. A las cinco menos cinco minutos, empezó a funcionar el cañón de nieve, lanzando pequeños copos de espuma que no llegaban ni a la mitad de la plaza.

Los niños más pequeños estaban entusiasmados, sobre todo los que se encontraban más cerca del cañón, que eran los únicos que pudieron alcanzar algunos de los copos. Y estos se desvanecían con solo tocarlos.

Entre los mayores hubo cierta decepción. Lucas, de seis años, comentaba: "¡Qué nevada más floja!"

Algunos padres, pensando que el cañón iba a lanzar nieve artificial, habían llevado guantes de nieve para sus hijos. Pero no tuvieron oportunidad de sacarlos.

En uno de los bares de la plaza podía escucharse a varios vecinos criticando que se hubiera organizado esta actividad allí, con la que se habían llevado un gran chasco, en vez de instalar luces extraordinarias de Navidad.

La nevada duró unos diez minutos, y se fue repitiendo cada cuarto de hora hasta las ocho de la tarde. Entre nevada y nevada, los niños tenían la oportunidad de participar en un taller de deseos, que consistía en escribir un deseo e introducir el papel en un globo de helio que luego se lanzaría al cielo. También hubo un taller de tarjetas navideñas. Pero solo había una mesa con dos monitoras disfrazadas de hadas bajo una pequeña carpa donde se encontraba el cañón de nieve, por lo que todos los pequeños se agolpaban alrededor y era difícil acceder a los talleres.

Hubo un momento que la plaza estaba muy concurrida, porque se había creado gran expectación con la nevada. Pero al ver en qué consistía la actividad, muchos se fueron decepcionados. Se habían creado demasiadas expectativas para una actividad tan pobre.

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